Ya, ya sé que es muy común leer entradas así, pero no puedo evitar escribir una propia porque esta vez me ha quedado el equipito re-chulo. No es para menos, ya que era el equipo de mi querida madre y debía quedar mejor que cualquier otro. Mejor dicho, vamos por partes.
Esta vez se trató de un equipo HP F566LA (no muy viejo, no muy reciente), del cual alguna vez le había conseguido los controladores por si acaso... Esos controladores se los copié a un compañero de la U con el mismo modelo y los míos se perdieron en mi otro disco duro (vean las entradas anteriores). Así que otra vez estuve en foros y montones de sitios averiguando los controladores exactos que iba a necesitar. Bien, encontré los correctos para casi todo. Lo siguiente era crear particiones.
Saben bien que soy fan de GNU/Linux y por tanto estoy en la tónica de convertir cada equipo que cae en mis manos. A este había que defragmentarlo completamente (y más de una vez por culpa de la protección de archivos del sistema que usa Vista) para poder crear una partición nueva sin perder los datos (unos 20GB). Tampoco iba a dejar perder la partición de restauración que los chicos de HP le dejan al equipo, por si acaso. Cuando al fin tuve la partición lógica creada pasé todos los datos a ella y, sin más escrúpulos que los que tengo para escribir esto, eliminé la de Vista (¡Ah! Eso fue lo más humano que podía hacerle al pobre, en serio).
Luego creé la partición primaria para XP. Expandí la extendida para cubrir el espacio libre y agregué dos particiones más para Ubuntu y su respectiva swap. Finalmente corrí la de datos hasta ocupar el espacio que había sobrado.
Comencé la instalación del XP. Primero intenté con un SP3 integrado desde la instalación. Cuando ya iba a comenzar la fase de configuración descubrí que la batería estaba fallando y que el equipo en su conjunto se recalentaba. Solución: mantenerlo levantado para que el ventilador interno tenga por dónde disipar el calor. Por supuesto la mayoría de los portátiles de HP sufren de esta falla de diseño que provoca sobrecalentamiento porque el ventilador está hacia abajo, de cara contra la mesa, la silla, la cama o incluso las piernas del usuario que poco a poco se convertirán en perniles asados. HP, creo que pueden trabajar en este aspecto y evitarnos dolores de cabeza a los usuarios y a sus técnicos, además de los costos por garantía que deben afrontar cuando un componente falla por sobrecalentamiento, sean conscientes.
Ya con el equipo (y el humor) un poco más frío pude completar la primera instalación de XP. Como siempre, lo primero es asegurarse que todos los dispositivos de HW funcionen, así que me dediqué a seguir las instrucciones de cierto sitio sobre los controladores de los F500. Casi todos los controladores se instalaban sin problemas, pero los dispositivos se negaban a funcionar. Seguí bajando controladores de diferentes equipos pero con los mismos dispositivos hasta que todos, menos la tarjeta gráfica, estuvieron instalados correctamente. Bueno, ya era algo. Reinstalé otra vez Windows para dejarlo limpio y comencé a instalar el UxTheme patcher que tenía.
Lo que no sabía en ese momento era que el parche sólo servía en SP2. Un amigo vino en ese momento y me colaboró tratando de instalar algunos temas que había bajado. Destaco el Ubuntu Human Theme, porque precisamente voy a meterle en la cabeza a mi madre que es mejor usar GNU que Win. No lo logramos, obviamente, y decidí volver a instalar Win. Como también hemos estado apurados con una presentación en cierta materia que no quiero mencionar decidimos instalar Ubuntu de una vez. Igual debía reinstalar el Win para poder usar de nuevo el UxTheme patcher (luego fue que leí sobre su compatibilidad).
Ark y Mad ya estaban trabajando en eso mientras yo continuaba modificando la presentación en mi modesto equipo de 650MHz con 256MB de RAM, Debian 5 y OpenOffice 3.0. La instalación de Ubuntu 8.10 Intrepid Ibex en el F566LA demoró poco más de 10 minutos y eso porque dedicamos buena parte del tiempo a repasar detalles de la presentación en lugar de llenar los datos que nos pedía el Ubiquity, y a que lo iniciaron el par de noobs en instalación directa, que según he comprobado duplica el tiempo de instalación. En fin, logramos instalar Ubuntu en poco tiempo y pasamos la presentación y mi conexión a la red de la casa al equipo. Lo primero que nos dijo Gnome era que debíamos actualiza el sistema, pero me interesaba más terminar la presentación. Completamos lo que debíamos y nos fuimos a clase.
Por la noche instalé por tercera vez el Windows. Ya sabía que el GRUB se había perdido, pero recuperarlo es muy sencillo (tema para otra entrada). Esta vez tuve la precaución de usar el controlador correcto para la tarjeta de video (si alguien lo necesita yo se lo paso), aunque es un controlador no oficial que la identifica como una GeForce Go 6100 aunque los de HP digan y juren que es una 6150 (el controlador oficial no la identificaba y no se instalaba, así que de malas, HP). Lo curioso es que creo recordar que Vista decía 6150. Bueno, no importa. Esta vez la pantalla se ve bien y el parche funciona adecuadamente. Instalé AVG Free (lo recomiendo mucho), OpenOffice 3 para Windows y WinAmp (a mi mamá le gusta, y fue ese mi otro dolor de cabeza, pero en Linux). Por si acaso instalé SongBird, que es bastante agradable.
Volviendo a Linux y restaurando el Grub, me dediqué a instalar cuanto juego consideré bueno, las actualizaciones normales y de seguridad y las aplicaciones que sabía se iban a necesitar. Instalé OpenOffice 3.0 también en Ubuntu y quise probar XMMS2. Mi sorpresa fue encontrar que no había ningún cliente disponible similar al viejo XMMS, que fuera fácil de instalar en Ubuntu. Me dediqué a bajar códigos fuente y compilar, cruzar librerías y hasta corregir errores en los archivos fuente que estaban desactualizados. Fue una noche de tormento, hasta que muy a mi pesar decidí instalar el XMMS viejo, así no estuviera en Intrepid Ibex.
Una forma de lograr esto es agregar las líneas de Hardy Heron a /etc/apt/sources.list, pero lo que no nos dicen en otros foros es que APT tiene un límite de memoria que puede controlar, así que por más que quise no modificar el resto del archivo tuve que comentariar casi todo lo demás para que el enorme repositorio de aplicaciones fuera leido en su totalidad. Instalé XMMS y varios plugins para leer WMAs (mi mamá copiaba sus discos usando WMP en Vista para escucharlos en la oficina hasta que le enseñé a pasarlos a MP3 con CDex) y para reproducir video (xmms-xmmplayer del Gutsy Gibbon), y quedó lo más parecido a WinAmp que se puede tener en Linux sin contar con la biblioteca multimedia, la cual mi madre nunca quiso aprender a usar. Así, después de muchas horas configurando programas de música (Esperanza, Songbird, Azrael e incluso el código de Promoe) me pude dedicar por la mañana a jugar -digo, probar- los juegos que le dejé instalados. Recomiendo Planet penguin racer, SuperTux, Blasterball, Ace of Penguins, y otros cuantos que no recuerdo pero que luego mencionaré. En el edit seguro pondré imágenes de cada uno.
Para los fanáticos de juegos para GNU recomiendo The Linux Game Tome y Djl, un par de sitios dedicados a reseñar y organizar juegos para este sistema operativo. Además, la AppDB de Wine sigue creciendo y podrán jugar muchos más juegos hechos para Windows bajo Linux, a veces con mejor rendimiento, a veces con algunos bugs, aunque por disfrutar de Starcraft o Startopia bajo GNU yo me aguanto y me espero. ¿Será que falta mucho para ver Black & White trabajando en Debian?
Es todo por el momento. El equipo ya está con su dueña y espero que le guste lo rápido que ha quedado, lo fácil que se maneja y lo completo de sus aplicaciones. Eso sí, no le alcancé a explicar cómo cambiar de uno a otro sistema, así que creo que usará Windows... por ahora.
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